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Hoy cumplo una semana de haber llegado a Caracas, y el recibimiento fue TAN caluroso que no había tenido tiempo para sentarme a contarles.
Vine con un terror a -casi- todo que no era normal... Inmigración en Maiquetía, Seniat, delincuentes en la autopista, basura en las calles, caos vehicular, buhoneros por doquier, en fin todo aquello que cualquier venezolano que se precie sabe que puede encontrar en este tu pais y mi país en cualquier época del año, pero que se acentúa en diciembre.
Pues creo que mi Angel de la Guarda me ha estado cuidando mucho, pero mucho de verdad. El vuelo salió puntualísimo, no tuve problemas con el equipaje, la funcionaria que me recibió en inmigración luego de sellar mi pasaporte dijo "Bienvenida a tu pais" y casi me desmayo... Para cerrar con broche de oro, el proceso de aduana fue de lo más diligente y como si eso fuese poco, no había nada de tráfico entre Maiquetía y la casa de mi mami.
Al dia siguiente de haber llegado, viajé a Puerto Cabello, fui a Isla Larga y disfruté unos dias muy agradables con el calor del trópico y el azul del Mar Caribe. Esta semana ha sido de diligencias en el centro de la capital, y de historias de amor, pero eso se los cuento mañana.
Les dejo un beso grande desde la Sultana del Ávila ♥