jueves, 13 de noviembre de 2008

Yo no soy complicada mamá...


Siempre he creido que el pensamiento colateral es una gran herramienta creativa para encontrar soluciones alternativas cuando nos enfrentamos a un problema al cual, aparentemente, no le encontramos solución.

También creo que los reyes del pensamiento alternativo son los niños y los adolescentes...Sólo que lo usan en muchos casos de la manera equivocada.

Ayer, me encontraba en la parada de autobús camino a la universidad, cuando una chica de no más de 16 años sostiene la siguiente conversación a través de su teléfono celular:


Chica: Hola

Madre: Hola hija, ¿dónde estás?

H: saliendo de la casa de fulanita

M: ¿A esta hora? ¿porque esperaste hasta ahora para salir? ¿porqué no saliste antes? y pudiste haberme avisado que anoche no vendrías a dormir a casa, yo te estuve llamando y siempre me atendía la contestadora.

H: Es que en la casa de fulanita mamá, hay muy mala cobertura. Pero, ¿no recibiste mis mensajes?, yo te escribí al celular ( mientras escuchaba esto yo pensaba: si no había cobertura para recibir llamadas ¿cómo le envió los mensajes?) . Además no salimos antes porque la hermana de fulanita nos iba a llevar en su carro, pero hasta ahora nos dijo que no nos iba a llevar.

M: Bueno, ¿quieres que vaya por ti?

H: No mamá, ya estoy esperando el autobús en la parada, pero está retrasado

M: Precisamente, si te busco, llegarás puntual a clases

H: Mamá y qué importa si llego tarde. Es más si el autobús no pasa en cinco minutos, no voy a clases, porque para llegar tarde, mejor no ir

M: ¡Hija por Dios!, ¿por qué eres tan complicada?

H: ¡Yo no soy complicada mamá, es que las cosas se complican!


La chica de este ejemplo usó su pensamiento colateral para "voltear la tortilla" y no asumir su responsabilidad y yo me pregunto, ¿no hubiese sido mejor utilizar la técnica para buscar la manera de salir a tiempo a clases y además, no generar a su madre un estado de angustia por no saber dónde y cómo estaba?.

Actualmente conozco pocos adolescentes pero a todo el que puedo lo aliento a que desarrolle esa habilidad de pensamiento pero para utilizarla de manera responsable y productiva, pues sabias palabras dijo Bolívar "talento sin probidad es un azote".


P.D: Si la madre de la chica a la que hago referencia llega a pasar por aquí sólo quiero darle mis palabras de ánimo y recordarle que, lo mejor que tiene la adolescencia es que si es posible curarla, pero sólo con tiempo.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Sé que suena rudo, pero de uno años hasta la fecha, creo que los niños al cumplir 12 años se vuelven idiotas y sólo se les quita la idiotez muchos años después.

Probablemente, como dices, son super creativos para escurrirle el bulto a sus responsabilidades; pero ése es el punto: no tienen ni idea de que deben hacerse cargo de sus responsabilidades.