martes, 20 de abril de 2010

Me acuerdo de ese día


A Jeanette, la primera amiga de mi vida

Te escribo a esta hora porque sé que para ti el huso horario es lo de menos. Tardé mucho en hacerlo -más de lo que hubiese deseado- porque no tenía una dirección física o electrónica para contactarte, y "googlearte" no sería productivo ni me daría pistas de tu destino.
Este Viernes Santo te recordé como todos los otros, hay que ver que yo siempre he sido "extraterrestre" ¿quién se acuerda de una amiga de la infancia los viernes santos?...Pero es que tu no eres sólo una amiga de la infancia, tu fuiste la primera amiga de mi vida.
Todavía recuerdo cuando entré asustada -asústadísima- al que fue nuestro primer salón de clases. Te acercaste hasta mi, me dijiste tu nombre y me preguntaste el mío y como no me escuchaste cuando lo dije -porque la verdad es que lo que me salió fue un hilito de voz- me pediste que te lo repitiera y te lo aprendiste de inmediato, más nunca tuve que recordártelo.Luego me tomaste de la mano y me llevaste a sentarme en tu mesa y te lo agradezco,te lo agradeceré siempre, porque yo era tan tímida que por mi misma nunca me hubiese sentado en una mesita en la que ya estuviesen otras niñitas ¡de lo que me hubiese perdido, de la invaluable oportunidad de poder ser tu amiga!.
Ese mismo día, durante el receso, merendaste conmigo y me prestaste una pulsera de plástico blanca y cuando viste lo "mona" que me puse con ella, sonreiste como lo hacías tu, con la calidez de un rayito de sol... Para mi cumpleaños me regalaste muchas pulseras como la tuya, de todos los colores, creo que desde el primer día notaste lo coqueta que era.
Cada año cuando empiezan las clases me acuerdo de ese día. Cada vez que entro por primera vez a un salón de clases me acuerdo de ese día. Cada vez que pronuncio la palabra amistad me acuerdo de ese día. Me acuerdo de ese día como un un "deja vú" porque fue justo el día en el que me enseñaste que una amiga es aquella que te agarra de la mano y te acompaña para que se te pase el miedo, aquella que hace lo que sea por hacerte sentir mejor y el único pago que acepta a cambio es una sonrisa.
Bueno, ya no hablemos del pasado, hablemos del presente y así aprovecho para actualizarte. Al igual que tu ya no vivo en Caracas, ni siquiera vivo en Venezuela, así que no puedo datearte con "los chismes" sobre mengana o sutana o cualquiera de las niñas que estudiaron en el colegio con nosotras. En todo caso puedo contarte que ya casi ninguna vive en el país y no sabría decirte cual de todas está más cerca de ti, pero creo que ninguna. De mi puedo decirte (en resumen)que ahora vivo en la ciudad que más me cautiva del mundo, Barcelona (España) que sigo siendo tan coqueta como siempre, que estudíe periodismo y me enamoré de la profesión desde antes de estudiarla, que me casé con el primér hombre al que besé en los labios, que aún no tengo hijos pero que me encantaría tenerlos, que ya no le temo a los perros y que ahora tengo dos, tampoco le temo a los gatos, me sigue dando miedo la oscuridad de la noche, sigo teniendo el cabello con tendencia a "teñirse" de rojo con el sol y tan liso y finito como cuando nos conocimos y que sigo siendo una enamorada de la lectura.
También quería que supieses que pienso frecuentemente en tu familia, en tu papá y en tus hermanitos, pero sobre todo recuerdo con cariño a tu mamá. ¿Será porque era la última en irse cuando nos llevaban al colegio y la primera que llegaba a la hora de buscarnos,por el "cantadito de su "portuñol" (porque era inmigrante lusitana) o porque tenía la misma mirada dulce que tu?.
A veces me acuerdo cuando te cambiaron de colegio ¿te acuerdas?. Tu papá quería que sus hijos (los varones) estudiasen en el mismo colegio que lo había hecho él y, aunque para ese entonces el tráfico caraqueño no era tan insoportable como él de ahora, tu mamá no se daba abasto para ser la primera en llegar a dos colegios, así que nos tocó resignarnos a que seríamos sólo vecinas ¡que fortuna que viviésemos en el mismo edificio!.
Aunque no tienes facebook y hace mucho que no te veo yo sé que estás igualita -o por lo menos eso me gusta pensar- sé que sigues siendo acertiva, que tienes habilidad para las manualidades, que sigues detestando ayudar a tu mamá a pelar los ajos por mucho que ella te jure que no es un favor que le haces, sino una manera de que se "fortalezcan" las uñas. ¿Sabías que está de moda otra vez el esmalte color fucsia, ese que tanto te gustaba?.
Como te escribí antes, gracias a que nuestra querida Venezuela ha cambiado tanto, muchos nos hemos tenido que ir de allí luego de que tu lo hicieses, sólo que a ellos si sé como contactarlos.
En estos días mi esposo me hablaba de ir de vacaciones a Portugal, ¡nos queda tan cerca! y yo imaginé por un segundito, lo emocionante que sería que estuvieses allí y poder reencontrarnos, hablar por horas, conocer a tu esposo o tu novio o al ocupante de tu corazón o a tus niños. Y allí volví a recordar el único hecho de nuestra amistad de "toda la vida" que siempre procuro olvidar, y es que ya no tienes una dirección definible en coordenadas ni ubicable por gps, porque hace 16 años, un viernes Santo tu papá, tus hermanitos y tú decidieron seguir de vacaciones y dejaron de vivir "aquí abajo" para empezar a vivir "allá arriba", mientras tu mami se quedaba para despedirlos, como cuando era la última en irse a la hora de dejarnos en el colegio.
Entonces me dí cuenta de que, aunque no supiese a dónde hacerte llegar estás líneas, no podía aplazar más la ocasión de escribirte porque si "allá arriba" en donde estás hay blogósfera, confío en que en algún momento, por accidente o casualidad, algo te traiga a mi blog y sabrás que siempre, me acuerdo de ti y me acuerdo de ese día.



La foto es prestada de aquí

5 comentarios:

Maie dijo...

Ok...laaaas làgrimas mañaneras que estoy soltando en plena oficina...
Lo peor es que me imagine que por ahì iba el texto desde el principio... que dura es la vida a veces...

Rosángela dijo...

Maie: Perdón, quise colocar una advertencia pero creo que entonces la carta ya no revelaría nada al lector porque ya supiese de entrada lo que ocurre.
No llores ¿si? piensa en que la vida siempre tiene momentos tristes pero la mayoría son días felices, como seguro será el de hoy.
Una sonrisita si us plaus, piensa en que hoy es tarde de miércoles con Luna ;o)

Angelo dijo...

Estoy seguro que Jeanette es uno de tus Angeles de la Guarda y tengo la certeza que estará muy contenta de que le hayas escrito hoy...

Maie dijo...

si pos pero es muy triste...tengo 3 amigas asi de infancia...estamos cada una en una esquina del mundo y me dolió imaginarme lo que sentiría si algo así ocurre... esta muy linda la carta...pero no pude evitar partir en lágrimas...menos mal nadie me vió jeje

Anónimo dijo...

All right, you've just punched me in the face!

Está tan bien escrita esta carta, tan clara, tan diáfana, que no te voy a reclamar el golpe... Sólo te voy a decir que Jeanette tiene que haberla leído ya, y por como la describes, tiene que haberle gustado!


Tema parte, al leer "la primera amiga de mi vida", recordé a Karem, mi primera amiguita del kinder en el que sólo estudié un año y que encontré luego en el otro colegio al que llegué, fuimos inseparables hasta el 5to grado, cuando yo pasé al suplicio de las monjas... No tengo idea de qué habrá sido de su vida...